DDHH
La FIDH (Federación Internacional de Derechos Humanos) es una ONG internacional de defensa de los derechos humanos, que agrupa a 184 organizaciones nacionales de derechos humanos de 112 países. Desde 1922, la FIDH está comprometida con la defensa de todos los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, según se definen en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
NUESTRA ACCIÓN
Para la FIDH, la transformación de la sociedad corresponde fundamentalmente a los actores locales, por lo que su actividad tiene por objeto reforzar la capacidad de acción y la influencia de estos actores.
Actúa a escala regional, nacional e internacional en apoyo de sus organizaciones miembros y organizaciones colaboradoras para poner remedio a las situaciones de violaciones de los derechos humanos y consolidar los procesos de democratización. Su acción se dirige a los Estados y a otros actores que ejercen poder, tales como grupos armados de oposición y empresas multinacionales.
Los principales beneficiarios son las organizaciones nacionales de defensa de los derechos humanos adscritas a la FIDH y, por su intermediación, las víctimas de violaciones de los derechos humanos. La FIDH ha ampliado su campo de acción, que se extiende a organizaciones locales colaboradoras, y establece asimismo alianzas con otros actores del cambio.
UN MANDATO: LA PROTECCIÓN DE TODOS LOS DERECHOS
La FIDH es una ONG internacional que defiende todos los derechos, civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, tal como están enunciados en la Declaración Universal de Derechos Humanos.
UN COMPROMISO: LOS TRES PILARES DE SU ACCIÓN
Las acciones que lleva cabo la FIDH y sus organizaciones miembros y colaboradoras se basan en tres orientaciones estratégicas: la defensa de la libertad de acción de los defensores y defensoras de los derechos humanos, la defensa de la universalidad de los derechos y la lucha por la efectividad de los derechos.
UN PRINCIPIO: RESPONSABILIZAR A TODOS LOS ACTORES
Las acciones de la FIDH se dirigen a los Estados, principales garantes del respeto de los derechos humanos, así como también a actores no estatales como los grupos de oposición armados y las empresas multinacionales. Establece la responsabilidad penal internacional de quienes han cometido crímenes internacionales.
UNA ÉTICA: INDEPENDENCIA Y OBJETIVIDAD
Reconocida de utilidad pública en Francia, país donde tiene su sede, la FIDH es una organización no partidista, no confesional, apolítica y sin ánimo de lucro. Su independencia, conocimiento especializado y su objetividad garantizan su credibilidad. Actúa con total transparencia
UNA INTERACCIÓN: PRESENCIA LOCAL Y ACCIÓN MUNDIAL
Como Movimiento Federalista, la FIDH actúa en interacción con sus organizaciones miembros. Este vínculo único se refleja en acciones que lleva a cabo junto a sus organizaciones miembros a escala nacional, regional e internacional, para poner remedio a las situaciones de violaciones de los derechos humanos y consolidar los procesos de democratización. Así, la FIDH aúna experiencia y conocimiento del terreno con el dominio del derecho internacional, de los mecanismos de protección y de las instancias intergubernamentales. Este principio confiere a la FIDH una fuerte representatividad y legitimidad.
UN SISTEMA DE GOBERNANZA: UNIVERSALIDAD Y TRANSPARENCIA
La organización y el funcionamiento de la FIDH, que hacen partícipes a sus organizaciones miembros en el proceso de toma de decisiones, reflejan estos principios de gobernanza.
UN RECONOCIDO CONOCIMIENTO ESPECIALIZADO
La FIDH utiliza una amplia gama de medios de intervención que ya han demostrado su eficacia: reacciones urgentes públicas o confidenciales, misiones internacionales de investigación, de observación judicial y de defensa, diálogo político, promoción política, contenciosos, campañas de sensibilización. Se apoya en una red de responsables internacionales de misión que colaboran voluntariamente y favorece el intercambio de experiencias entre los defensores y defensoras de todo el mundo para reforzar la puesta en común de competencias. Somete sus acciones a una evaluación permanente para lograr mayor eficacia y adaptar así sus objetivos a corto, medio o largo plazo.